Desde mediados del año 2021, el Polo Científico-Tecnológico Venezolano, a través del Institutos de Altos Estudios (IDEA), reimpulsa el servicio de pesquisa neonatal (PNN), un diagnóstico científico de avanzada que permite la detección temprana de enfermedades metabólicas para prevenir su desarrollo y garantizar bienestar a las niñas y los niños del país.
Carlelinés Gavidia, encargada de este proyecto, destacó que se trabajó en retomar el ritmo de toma de muestras semanales que había sido limitado por la pandemia, iniciando con Distrito Capital, Miranda, Aragua y La Guaira, y con aspiraciones inclusive de desarrollar nodos (centros por estado que recolecten y procesen muestras) como los ya existentes en Yaracuy y Aragua.
Tania Rodríguez, bióloga, explicó que el proceso de pesquisa neonatal consiste en cuatro fases: 1. formación del personal de enfermería; 2.- toma de muestras, el procedimiento está diseñado para una recolección masiva eficiente; 3.- procesamiento de muestras que se envían en sobres al IDEA y a los nodo; 4.- emisión de resultados con acompañamiento a los representantes de aquellos pacientes cuyos valores presenten alteración.
Explicó que la pesquisa neonatal determina a nivel molecular cuál es la mutación que afecta al paciente. En este sentido, enfatizó en la necesidad de realizar el diagnóstico en el lapso oportuno, por lo que el IDEA hace un proceso de acompañamiento a las madres de los bebés, citándolas para una segunda muestra que garantice la eficacia del diagnóstico.
En Venezuela, el único Centro de investigación científica que realiza este diagnóstico es el IDEA, siendo inclusive referencia en América Latina.
Durante la clausura de la novena reunión de la Comisión Mixta de Alto Nivel Irán-Venezuela, representantes de las dos naciones aliadas firmaron seis memorandos de entendimiento en diversas áreas estratégicas como formación educativa, nanotecnología, biotecnología, petroquímica, probióticos, dosimetría, radiología, fibra óptica, análisis de datos sociales y diseño de sistemas científico-tecnológicos.
De acuerdo con la vicepresidenta de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, Gabriela Jiménez-Ramírez, estos convenios buscan impulsar múltiples proyectos en ciencia, tecnología e innovación, así como la transferencia de conocimientos, el intercambio técnico y la visita de profesionales provenientes de Irán hacia Venezuela y viceversa.
“A esta reunión de la Comisión Mixta Comisión Mixta de Alto Nivel nos acompañó un grupo de empresarios venezolanos, quienes tuvieron la oportunidad de visitar y recorrer parte de la industria farmacéutica y de salud de la nación persa. Esto para darle continuidad al trabajo emprendido en la Expoferia Científico-Tecnológica Industrial Irán-Venezuela, realizada en el mes de septiembre en Caracas, en la cual se firmaron más de 60 acuerdos que forman parte de la agenda binacional”, explicó.
La vicepresidenta sectorial venezolana destacó que uno de los memorandos firmados involucra al Instituto Pasteur de Irán y al Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), los cuales fortalecerán la creación de proyectos innovadores, sobre todo en el área de producción local de vacunas para garantizar la protección y bienestar del pueblo.
“Con base en nuestras capacidades productivas se estima comenzar la fabricación de dosis de vacunas para diversas enfermedades para la prevención y el cuidado de la salud de la población. Esperamos también avanzar en la formación de los jóvenes venezolanos; y queremos que los científicos iraníes pronto visiten Venezuela y que nuestros profesionales vayan a la nación persa para fortalecer la transferencia tecnología y el intercambio de conocimientos”, señaló.
De la misma forma, Jiménez-Ramírez informó que las dos naciones aliadas retomaron el trabajo para la creación de la Casa de Innovación Tecnológica de Irán en Venezuela para dar respuesta a las prioridades de la población, a través de la diversificación de la producción y el impulso a los 18 motores productivos de la Agenda Económica Bolivariana.
Este lunes, 14 de noviembre, la vicepresidenta de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, Gabriela Jiménez-Ramírez, sostuvo una reunión con el ministro de Educación de la República Islámica de Irán, Yousef Nouri, para impulsar la formación científico-técnica de los jóvenes venezolanos.
De la misma forma, Jiménez-Ramírez, quien encabeza la delegación venezolana que participa en la novena reunión de la Comisión Mixta de Alto Nivel Irán-Venezuela, conversó con el vicepresidente de Ciencia iraní, Dehghani Firuzabadi, para profundizar la cooperación estratégica entre ambas naciones aliadas con el fin de construir bienestar colectivo.
Papel de la mujer
La vicepresidenta de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud de Venezuela, Gabriela Jiménez-Ramírez, también se reunió con la vicepresidenta iraní de Asuntos de la Mujer y la Familia, Ensieh Khazali.
Las dos delegadas conversaron sobre el papel y aporte de las mujeres en los procesos de transformación y construcción de comunidad.
De acuerdo con la directora técnica del Centro Nacional de Tecnología Química (CNTQ), Jiraleska Hernández, la ciencia, la tecnología y la innovación pueden resultar educativas y muy divertidas para los niños, las niñas y los adolescentes si se emplean métodos sencillos y entretenidos para captar la atención y la curiosidad de los más pequeños de la casa.
Durante su participación en la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filvén) 2022, Hernández aseguró que el primer cuadernillo del CNTQ, titulado “Juguemos haciendo ciencia”, es una obra infantil que despierta el interés de los niños y los jóvenes a través de narraciones alegres, procedimientos sencillos y entretenidos para darles la oportunidad de experimentar y aprender con las herramientas e insumos que se encuentran en los hogares y en las aulas de clase.
“Nuestro cuadernillo Juguemos haciendo ciencia es una compilación de toda una experiencia que ha realizado el Centro Nacional de Tecnología Química, ente adscrito del Ministerio para Ciencia y Tecnología, por medio de la sistematización, divulgación, promoción y motivación del estudio de la ciencia y la tecnología en niños, niñas y adolescentes junto con los maestros y las maestras en los espacios formales y no formales de la educación bolivariana. Estamos hablando de una experiencia de aproximadamente siete años en los que el CNTQ se introduce en el proceso de enseñanza por encantamiento y por gamificación, la técnica que implica usar elementos de juegos para aplicarlos en el proceso de aprendizaje”, expresó.
Desde los espacios de la Galería de Arte Nacional (GAN), Jiraleska Hernández explicó que un grupo de profesionales de áreas multidisciplinarias del CNTQ se ha dedicado a la construcción de una comunidad de conocimientos y saberes con el fin de crear bienestar colectivo.
“Todo nuestro trabajo está enmarcado en el programa nacional Semilleros Científicos. Nos introducimos en esto dada la complejidad de la situación actual, las exigencias mundiales y entendiendo el rol que tienen los niños y las niñas en el futuro de la patria. En esta tarea, era imprescindible que colaboraran los maestros y las maestras porque tienen la experiencia y el contenido de formación necesario en edades tempranas”, señaló.
La investigadora añadió que el cuadernillo presentado en la Filven 2022 posee lenguaje sencillo y pedagógico que ha logrado llegar a múltiples centros educativos del Distrito Capital y Miranda.
“La idea es llevar este cuadernillo a muchos espacios; que los maestros y las maestras se empoderen de cada una de las herramientas que nosotros hemos desarrollado para ayudarlos. Queremos apoyar la labor del Gobierno Bolivariano y del Ministerio para Ciencia y Tecnología de descolonizar la ciencia y la tecnología, de trabajar por una ciencia para la paz y para la vida. Juguemos haciendo ciencia es un documento de construcción colectiva que ha sido muy enriquecedor para cada uno de los participantes, para cada uno de los/as maestros/as. Es un resultado que de verdad nos enorgullece a todos y esperamos seguir construyendo más y mejores herramientas de guía y de orientación para los profesionales de la educación del país”, puntualizó.
Por su parte, Bartolo Hernández, presidente del Fondo Editorial Ipasme, César Solórzano, declaró que el acto de motivar para generar conocimientos y pensamientos es una tarea difícil que solo un verdadero maestro y maestra puede hacer, por eso es necesaria toda la ayuda posible para socializar y descolonizar la ciencia y la tecnología.
“El lema de este año de la Feria Internacional del Libro es Leer descoloniza. Entonces lo que tenemos que agregar en este proceso es qué tipo de lectura vamos a hacer y qué tipo de material vamos a divulgar. Por eso este cuadernillo del CNTQ, Juguemos haciendo ciencia, invita al debate, a la contribución pedagógica, al quehacer educativo. Estamos seguros que vamos a avanzar mucho más en esta gran tarea; tendremos otra colección de cuadernillos para ponerlos al servicio de la educación de los niños y de las niñas de la patria”, manifestó.
La vicepresidenta de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, Gabriela Jiménez-Ramírez, encabeza la delegación venezolana que participa en la novena reunión de la Comisión Mixta de Alto Nivel Irán-Venezuela que se desarrolla en la ciudad Teherán, del 11 al 15 de noviembre de 2022.
La vicepresidenta explicó que este encuentro es una iniciativa de los presidentes Ebrahim Raisi y Nicolás Maduro para profundizar la cooperación en áreas estratégicas como la educación, ciencia y tecnología.
“En este momento, tenemos científicos criollos formándose en el Instituto Royan. Parte de ese intercambio científico, de esa formación técnica es avanzar en las nuevas tendencias de la biología molecular, la biotecnología, la proteómica. Esperamos formar jóvenes venezolanos de forma conjunta, y esperamos a los científicos iraníes en Venezuela porque fue un éxito una experiencia que tuvimos, hace dos años, con un especialista en nanotecnología que visitó el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), como parte de esa cooperación científica y esa complementariedad técnica que queremos reforzar, fortalecer y profundizar”, expresó.
La vocera venezolana añadió que la complementariedad de los pueblos de estas naciones aliadas permite avanzar en las áreas científico-tecnológicas para construir bienestar común.
“Es la ciencia de los territorios, para el bienestar, la soberanía y la seguridad energética. La ciencia sigue avanzando muy rápido y hacia allá queremos ir con el apoyo de la nación persa, de este pueblo hermano que se mantiene en resistencia», destacó.
Del 10 hasta el domingo 13 de noviembre, un grupo de innovadores/as venezolanos presentan múltiples proyectos de investigación con abejas nativas sin aguijón, así como productos alimenticios alternativos a base de flores comestibles, y plantas in vitro de café en la Expoferia Café, Flores y Miel Miranda 2022 que se desarrolla en el parque Bolívar de La Carlota.
Los investigadores/as criollos exhiben sus llamativos productos, 100 % nacionales, en el stand del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (Mincyt), ente que les ha prestado apoyo técnico, acompañamiento y financiamiento a través de la Alianza Científico-Campesina, un nuevo espacio alternativo agroecológico para potenciar la producción de alimentos sanos en Venezuela, en el cual convergen la institucionalidad científica y los saberes populares.
En la exposición, un grupo de investigadores/as presentó su proyecto denominado “Milagrosas meliponas”, que tiene como propósito compartir el conocimiento sobre la diversidad de vida y su vinculación a las abejas nativas sin aguijón.
La investigadora Palmira Guevara, doctora en Biología Celular, explicó que es muy importante que la población conozca sobre el cuido del hábitat de las meliponas y sobre sus prácticas de cría.
“Es un proyecto de divulgación de la ciencia para construir bienestar colectivo. Queremos despertar el interés y el gusto por las ciencias, por la identidad cultural, utilizando todos los sentidos, para favorecer la preservación de la biodiversidad. Generar cambios en los modos de relacionarnos con la naturaleza a través del conocimiento de las meliponas. Creando espacios de intercambio de saberes y experiencias en el seno de la familia campesina en la comunidad de Sabana Grande, municipio Andrés Eloy Blanco, del estado Lara”, puntualizó.
En el marco del conversatorio “Ciencia para la paz y el buen vivir”, actividad organizada por el Ministerio del Poder Popular para Ciencia Tecnología e Innovación, se abordó el tema “Células madre por la vida”, por parte de José Cardier, jefe de la Unidad de Terapia Celular (UTC) del Centro de Medicina Regenerativa del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).
En el conversatorio, Cardier anunció que, este año, Venezuela se convirtió en el primer país del mundo en reportar regeneración de pulpa dental con células madre, lo que mantiene al país en la vanguardia de la medicina regenerativa en Latinoamérica.
Igualmente, la ocasión fue propicia para explicar todo los tratamientos que desde el 2010 se vienen aplicando con distintas células, siendo la más utilizadas en los protocolos la células estromales mesenquimales.
El experto en medicina regenerativa expuso que en el IVIC “tenemos la única sala blanca con que cuenta el país. Un espacio que cumple con todas las medidas de esterilidad, tomando en cuenta que las células madre es un producto que se aplica en pacientes. El próximo año tendremos la sala blanca más importante de Latinoamérica gracias al financiamiento del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología”.
Desde la UTC se trabaja en todo lo que tiene que ver con investigación y desarrollo en esta materia, lo que ha permitido dar pasos agigantados en generación de nuevos protocolos de terapias avanzadas. “Este es un trabajo donde participan muchas personas de hospitales públicos del país, especialistas en distintas áreas que juegan un rol muy importante en todo lo relacionado con el diagnóstico, selección y seguimiento”, explicó Cardier.
Apuntó que Yaracuy es el estado vanguardia de la terapia celular en Venezuela, porque desde allí quieren hacer muchas cosas y “nosotros estamos dispuestos hacerlo, nuestra idea es llevar estos tratamientos a todos los hospitales del país”, dijo el investigador venezolano.
Con el propósito de repensar los espacios tecnológicos comunitarios en Venezuela, el Gobierno nacional avanza en la recuperación de 150 Infocentros para acompañar el fortalecimiento de la organización y formación comunal.
De acuerdo con Luis La Rosa, presidente de la Fundación Infocentro, ente adscrito del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (Mincyt), el objetivo es impulsar y fortalecer este proyecto de apropiación social de las tecnologías de información (TI) para estudiar, comunicar, producir, resistir y crear.
“Hoy estamos en la ofensiva. Decimos que Infocentro está en la ofensiva porque venimos de la resistencia y venimos con las comunidades. Infocentro atiende a la gran mayoría de los sectores populares del país. Tenemos Infocentros en comunidades indígenas, penitenciarias, universidades, colegios, plazas Bolívar del país, comunidades fronterizas, campesinas. Tenemos un sector social bien diverso. Nosotros estamos fortaleciéndonos, vamos a fortalecer esta apropiación que tiene la comunidad de estos espacios tecnológicos”, expresó.
Durante su participación en el conversatorio denominado “Ciencia para la paz y el buen vivir”, La Rosa comentó que en esta obra de recuperación participan activamente más de 160 brigadas comunitarias.
“Nosotros hablamos de retos y desafíos para el mundo digital. Todos sabemos que la vida se digitalizó y ciertamente en esta digitalización también tiene un lado negativo. Por eso estamos trabajando y luchando con toda nuestra fuerza social, con nuestra organización social en los Infocentros para que esta plataforma nos ayude a cambiar la forma de utilizar las tecnologías, para conectarnos, pero con el fin del bienestar colectivo. Hay saberes, soluciones e innovaciones en todas estas comunidades y queremos es sistematizarlas, organizarlas”, señaló.
Asimismo, explicó que ya comenzó el trabajo para alcanzar el Infocentro digital, una iniciativa que permitirá captar la digitalización de experiencias de las comunidades en todo el territorio.
“Este tema de repensar Infocentro, en nuestros 707 espacios en el país, pasa por digitalizar. Próximamente contaremos con nuestro gran reservorio de temas aplicativos. Se está haciendo todo un tema de investigación con el tema de los aplicativos que tienen todas las comunidades. Seguiremos con nuestra labor, que ya tiene 22 años, de formar a la gente en el área digital”, indicó.
En este sentido, el vocero informó que Infocentro avanza con la activación de las comunidades WIFI, un proyecto financiado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), para conectar a ocho comunidades que, actualmente, están sin comunicación, sin acceso a internet como consecuencia de las medidas coercitivas unilaterales impuestas al pueblo venezolano.
“Son comunidades en silencio que por tema del asedio imperial sufrieron sus plataformas de telecomunicaciones, privadas y públicas. Son comunidades también excluidas del tema tecnológico. Queremos darles acompañamiento en el acceso a las redes de comunicación e información. Con los compañeros de Cantv colocaremos fibra óptica. Serán espacios físicos fortalecidos y se va a colocar una tecnología inalámbrica que abarca hasta 18 kilómetros en esas zonas populares. Esto ayudará a los niños y las niñas con sus tareas de la escuela, a los pequeños y medianos comercios que hacen transacciones electrónicas, a las comunas, al CLAP. Seguimos sufriendo los efectos del bloqueo y las medidas imperiales, por eso yo creo que el discurso no debe desgastarse debe estar siempre presente en nuestra lucha diaria y en nuestra vivencia porque eso es lo llamamos ciencia y tecnología para la paz y el buen vivir”, puntualizó.
jueves, 10 de noviembre, la vicepresidenta de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, Gabriela Jiménez-Ramírez, aseguró que Venezuela busca en la práctica diaria del método científico y de los saberes populares las respuestas oportunas para construir bienestar y buen vivir.
“Nosotros hablamos del bienestar y el buen vivir porque el concepto de desarrollo, que nos entregaron, nos ha demostrado, en los últimos tiempos, que no es el camino apropiado. Hablar de una ciencia para la paz presupone una ciencia para la vida. Encontramos que nuestra ciencia, que la ciencia venezolana es posible, hoy, por la presencia del pensamiento reflexivo y la racionalidad de la vida”, enfatizó.
Durante la apertura del conversatorio denominado “Ciencia para la paz y el buen vivir”, Jiménez-Ramírez explicó que la ciencia debe ser una práctica diaria de construcción de bienestar colectivo.
“Ese bienestar se traduce en la participación de más de 19 mil científicos y científicas venezolanos con proyectos de investigación desde las comunidades. En la comunalizacion de la ciencia desde los espacios de los infocentros; en el desarrollo de alimentos alternativos para la producción agrícola en términos de soberanía. En la Alianza Científico-Campesina alcanzando 18 estados; los Semilleros Científicos para orientar vocaciones e incluso desde los sueños del hombre de ver el espacio, la luna y querer alcanzar las estrellas con nuestra Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales”, expresó.
En este sentido, la vicepresidenta sectorial indicó que la pandemia mostró que todas y todos son actores fundamentales de la gestión del conocimiento.
“Vamos construyendo un camino conjunto que se nutre del aporte de las trabajadoras y los trabajadores del ministerio, de los innovadores populares, de las empresas, de las propuestas de cómo debemos comunicar y compartir el conocimiento. Ese conocimiento que estaba perfectamente atrapado en una cápsula y salió en la pandemia”, señaló.
Reiteró que Venezuela ahora se ubica entre los países de Iberoamérica con un significativo aporte a la contención de la pandemia de COVID_19 en el mundo.
“La nación bolivariana ha mostrado resultados ejemplares en ciencia y tecnología en tiempos de pandemia. Es el cuarto país de Latinoamérica con mayor participación de mujeres en los procesos científicos de coordinación y dirección de laboratorios. Ellas que acompañan los procesos para comprender la realidad y para la construcción de nuevas líneas de trabajo para los desafíos que tiene la humanidad. La crisis climática global es una muestra de eso. La ciencia forma parte de todos los procesos sociales de transformación, de alegría y esperanza para nuestros pueblos.
La vicepresidenta insistió en que los científicos y las científicas de Venezuela deben ser también los mejores humanistas, capaces de construir comunidades de saberes y conocimientos, con la práctica absoluta de la ética y la verdad.
“El mensaje del presidente Nicolás Maduro a la comunidad científica venezolana no es otro que hacer paz. Él preguntó qué más pueden hacer los científicos y yo le dije podemos hacerlo todo si somos capaces de repensar la ciencia como una práctica que responde a la racionalidad de la vida. Tenemos mucho trabajo por hacer, nosotros como productores el conocimiento de la racionalidad de la vida. Hay que abrazar el resto del país; hay que promover el encuentro, el debate. La ciencia también es un acto de poesía y de esperanza para los pueblos. Para la búsqueda de soluciones, pero también de las oportunidades de ver un horizonte nuevo, distinto que se nutre de nuestros aportes de soberanía, de bienestar para el pueblo venezolano”, puntualizó.
De acuerdo con el sociólogo puertorriqueño Ramón Grosfóguel, para evitar la reproducción de esquemas imperiales de guerra, saqueo y empobrecimiento de los pueblos es necesario cambiar y repensar cómo comunicamos la ciencia puesto que, hasta ahora, se repite el mismo sistema hegemónico.
Durante su participación en el conversatorio denominado «Ciencia para la paz y el buen vivir», organizado por el Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, Grosfóguel explicó que la ciencia moderna se constituyó como una ciencia sin ética, sin límite, donde todo vale, por lo que se convierte en ciencia destructiva de la vida.
“A nombre de la ciencia se puede hacer cualquier cosa sin límites éticos. Descolonizar la ciencia también implica poner límites éticos porque a nombre de la ciencia, una comunidad de científicos puede decidir poner bombas nucleares para poner un ejemplo extremo, pero también para hacer quizás más tecnología destructiva de la vida que no tiene los cuidados de la reproducción de la vida o hacer más medicina tóxica que en lugar de curar, envenena nuestro cuerpo. Hay que construir una ciencia que tenga la racionalidad de la vida, y eso significa descolonizar la ciencia de esa visión hegemónica donde todo vale. Es como una especie de sacralización de la ciencia, de transformarla en una nueva religión moderna; en lugar de subordinar la ciencia a los intereses de la humanidad, de los pueblos”, expresó.
En su discurso, el escritor e investigador Ramón Grosfóguel aseguró que detrás de la ciencia hay muchos intereses, sobre todo en la industria internacional armamentista y en los Estados imperiales que solo les interesa desarrollar ciertas cosas, a nombre del trabajo científico, para iniciar una guerra.
“Hay un gran conflicto en el campo de batalla de la ciencia y de la producción científica internacional donde, por ejemplo, el imperio americano invierte una cantidad de miles de millones de dólares, o sea la mitad del presupuesto del imperio estadounidense se va en la industria de guerra. Allí contratan a un montón de científicos que les pagan muy bien para hacer armamentos, para mejorar los armamentos y hacer bombas inteligentes. ¡Imagínense! Estamos en un momento histórico muy importante de la humanidad, porque estamos en una crisis civilizatoria muy seria que viene de varios siglos, pero que cada día se intensifica más donde estamos jugándonos la vida del planeta Tierra, la vida humana y no humana”, manifestó.
El pensador puertorriqueño reiteró que, en Venezuela, el presidente Nicolás Maduro hizo un llamado a descolonizarnos en todos los campos de la vida, en la economía, política, pedagogía, educación, mente, espíritu, pero también en la ciencia y la tecnología.
“Si no descolonizamos la ciencia, el problema es que vamos a estar haciendo ciencia destructiva de la vida, ciencia que no va acorde a los intereses de nuestros pueblos. El llamado es y en eso la ministra Gabriela Jiménez-Ramírez ha estado a la vanguardia, ella llama a hacer ciencia para la vida, a descolonizarnos de esa ciencia hegemónica para la guerra, la destrucción. Este llamado es una virtud de la Revolución Bolivariana por lo cual tenemos que estar siempre conscientes y agradecidos que ese es el proyecto de país que tiene Venezuela y le está dando ejemplo al mundo”, puntualizó.