En Navidad festividad de San Benito reafirma valores de la afroespiritualidad en Venezuela 

Prensa IDEA (29-12-2024).- El pueblo venezolano es rico y diverso en manifestaciones culturales que están arraigadas en el sentir de cada persona, que varían según la región del país y la época del año; en diciembre concurren muchas celebraciones, una de ella es la festividad en honor a San Benito, conocido como el Santo Negro, como representación de la cultura afrodescendiente.

Esta manifestación y tradición afrovenezolana inicia el 27 de diciembre, se extiende hasta el 6 de enero y los 29 de diciembre, día de San Benito, es cuando cobra mayor importancia  en los pueblos de Mérida, Trujillo y Zulia, acompañados de cantos y el repique de tambores.

Dionys Rivas Armas, investigadora de  la Dirección de Sociopolítica y Cultura de la Fundación Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) indicó que esta celebración es una muestra de la creación de nuevas formas espirituales durante el proceso de esclavización y colonización. Además, que forma parte del cimarronaje espiritual de los pueblos negro-africanos que llegaron a nuestro continente, un concepto del investigador afrovenezolano Jesús “Chucho” García.

“Esta celebración surge como un proceso de reinvención, revalorización, resistencia e insurgencia, generando nuevas expresiones espirituales, para la preservación de la matriz originaria africana, que es la combinación del catolicismo impuesto y el cruce con algunos componentes espirituales de la africanía, que genera una práctica afrocatólica que se expresa en la festividad de santos como San Benito, San Juan Bautista y  San Antonio”, dijo.

Añadió que esta manifestación cultural tiene su auge en el sur del lago de Maracaibo, donde se visualiza el paralelismo religioso, en vez de sincretismo religioso, porque a su juicio esta religión no se diluyó con la religión dominante (catolicismo), sino que tomó elementos y generó una confluencia espiritual, donde convergen diferentes expresiones religiosas indígenas, africanas y europeas en esta celebración que  forma parte del patrimonio cultural venezolano.

“Tanto es así que el fervor a este santo se ha extendido por todo el occidente del país llegando a estados del centro occidente como Lara y Yaracuy. Asimismo, en el pueblo de Palmarito, situado en las riberas del Lago de Maracaibo, estado Mérida, actualmente se desarrolla un trabajo de reivindicación y salvaguarda patrimonial en torno a San Benito, para  realzar esta celebración desde el elemento espiritual de resistencia y forma de liberación del alma frente a la opresión, violencia y castigos corporales durante la colonización ”, recalcó.

La investigadora comentó que esta celebración tiene su toque de peculiaridad según cada región del país. En Mérida específicamente en el poblado de Mucuchíes,  “Los Vasallos de San Benito” danzan sin cesar, agitando una maraca con la mano izquierda, entrechocan sus bastones y golpean con ellos el suelo.

Entre tanto, en el estado Trujillo la celebración se inicia con un rosario cantado, se coloca la figura del santo junto al pesebre, si el dueño de la casa le tiene devoción. Luego se realizan tres ceremonias; la gaita, el Juego de la Botella y la ofrenda destinadas al santo negro.

Agregó, que en las poblaciones de  Gibraltar, Bobures, Palmarito, San José y Santa María del estado Zulia, convergen los Chimbángueles o Chimbangles, que están formados por un grupo de personas, donde se destacan los tamboreros y los Vasallos, cuyos tambores se clasifican en tambor grande o bombo, medio golpe, respondón y tambor chico o repique que produce los sonidos más agudos.

“El ritual a San Benito se compone de seis diferentes golpes. Cada uno de ellos posee una conformación rítmica propia y una fenomenología musical que acompañan las distintas fases del ritual”, aseveró.

Por último, la académica resaltó que esta celebración propia del mes de diciembre realza la diversidad cultural y los valores de la afroespiritualidad y afrovenezolanidad, que pone de manifiesto las creencias religiosas de un pueblo, exaltando las nuevas formas de relación del ser humano con la naturaleza, el cosmos y  riqueza espiritual, que se va transmitiendo de generación en generación.

Texto: Hernán Romero (Prensa IDEA)

Fotos: Cortesía 

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