Prensa IDEA (10-11-2025).- Investigadores de la Dirección de Agricultura y Soberanía Alimentaria (ASA) sostuvieron una reunión con una representación del Parque Científico Tecnológico de Venezuela + Ciencia, para trazar estrategias que permitan la reactivación o escalamiento del proyecto del kit de diagnóstico rápido de Huanglongbing (HLB) o Dragón Amarillo para detectar enfermedades en los cítricos en Venezuela.
El ingeniero agrónomo Matías Hernández adscrito al laboratorio de Microbiología Vegetal de ASA indicó que en la reunión se hizo presente el vicepresidente del IDEA, Dr. Juan Carlos Martínez, investigadores y directivos del Parque Científico Tecnológico de Venezuela + Ciencia, este kit ligero y portátil garantiza un 80 por ciento de certeza de diagnóstico, además de ser de fácil uso, detecta a tiempo la enfermedad para evitar su propagación. Agregó, que este proyecto fue financiado por Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (FONACIT) y están próximos a iniciar con la ejecución del mismo.
Hernández agregó que producto de esa reunión se establecieron cinco mesas de trabajo. La primera mesa ya se realizó y se evaluó el cronograma de actividades del proyecto y establecieron los periodos reales para su ejecución. La mesa numero dos trabajará la optimización del kit, número 3 se encargará de la evaluación y caracterización de la aplicación móvil y la mesa número 4 que consiste en el rediseño del kit de manera que sea más eficiente su uso en campo y que sea de fácil uso a los productores.
El investigador del IDEA aseguró que el kit es una reacción del yodo con el almidón que se almacena en las hojas y se busca verificar si se puede disminuir la cantidad de yodo que se utiliza, para hacerlo más eficiente de manera que en el kit se puedan realizar para 150 pruebas que es ganancia para los productores y ganancia para los investigadores, porque se disminuye la cantidad del reactivo a utilizar por cada prueba.
“El Dragón Amarillo impide que los productos procesados en las hojas se movilicen a las zonas de almacenamiento y a medida que va avanzando la enfermedad los tamaños de las frutas tienen a reducirse y genera la “maduración inversa de la fruta, deformándolas y cambiando por completo su sabor”, puntualizó.
Texto: Hernán Romero
Fotos: Cortesía
