De acuerdo con el sociólogo puertorriqueño Ramón Grosfóguel, la expansión colonial en América Latina fue muy destructiva, acabó con todas las civilizaciones avanzadas que existían allí, a nombre de un mundo moderno.
“El mundo de hoy es el resultado de varios siglos. No podemos mirar el mundo de hoy como si estuviéramos desconectados de nuestro pasado. Hubo varios siglos de expansión colonial europea en el mundo. Esas civilizaciones que fueron destruidas tenían una forma de ser y de estar en el mundo muy diferente a lo que es el mundo moderno de hoy. En ese proceso lo que hicieron fue esclavizar y dominar a los sobrevivientes, y súperexplotan todas esas riquezas que terminan acumulándose en países del Norte global”, expresó.
Durante su participación en un programa especial, transmitido por RNV, el escritor e investigador Ramón Grosfóguel indicó que el proceso de colonización intervino en las estructuras del conocimiento, el cual empezó desde las escuelas, las universidades y de muchos medios.
“Nos hicieron creer que nuestros conocimientos no valían, entonces empezaron a imponer los conocimientos de los hombres europeos a nuestro mundo. Nos hicieron creer que son los hombres europeos los que tienen la última palabra para decirle al mundo qué es verdad, qué realidad, y qué es lo mejor para usted. Bajo esa estructura de superioridad epistémica o superioridad en la producción de conocimiento, cualquier cosa que el Sur global, que nosotros digamos que es mejor para nosotros queda invalidado como un conocimiento inferior. A eso le llamamos racismo epistémico porque es un racismo que ocurre en el plano del conocimiento y del plano mental”, aseveró.
En este sentido, Grosfóguel insistió en que las universidades han sido el centro, por excelencia, de producción de las élites eurocentradas, “de élites que piensan nuestros países y nuestras realidades, a partir de los lentes de las teorías que se producen en el Norte global”.
“A través de la universidad y de élites intelectuales se hace el trabajo que necesita el sistema para reproducirse y producirse. Entonces se van a convertir en intermediarios entre el poder imperial del Norte y nuestros pueblos porque son los que van a gestionar la dominación de los países imperiales sobre nuestros pueblos. Eso es lo que son las élites hoy coloniales en América Latina, todos formateados en universidades coloniales occidentalizadas”, detalló.
El pensador puertorriqueño resaltó que es necesario crear una ecología de saberes, una diversificación de conocimiento y de pensamiento crítico desde los pueblos del Sur global, aquellos que están invisibilizados en las estructuras de conocimiento de estas universidades occidentalizadas que se ven en África, Venezuela, América Latina.
“El planteamiento de la ministra Gabriela Jiménez-Ramírez es tan vital, tan importante, y yo diría histórico, de crear una agenda regional para ciencia y tecnología que considere la racionalidad para la vida. Porque yo no conozco ningún ministro de Ciencia en América Latina que esté llamando la atención a que la ciencia que tenemos son ciencias destructivas de la vida y que necesitamos una ciencia para la vida. Yo llamaría a la crisis que vivimos Occidentaloceno eso como una respuesta a lo que los científicos llaman Antropoceno. Los seres humanos nos metemos en la reproducción de los ciclos de la vida para destruirla. Los humanos hemos vivido en el planeta miles de años y nunca hemos tenido una civilización tan destructiva de la vida como esta”, puntualizó.
Finalmente, el sociólogo puertorriqueño Ramón Grosfóguel reiteró que “la crisis ambiental global es un fenómeno moderno occidental de esa civilización que se propagó con la expansión colonial europea que arruinó todas nuestras civilizaciones y que impuso esta lógica destructiva de la vida, una lógica de muerte”.
Prensa Mincyt/Karina Depablos.