Niños y niñas de toda Venezuela retornaron a clases este lunes, 9 de enero, como parte del segundo momento pedagógico del período escolar 2022-2023, luego de las fiestas decembrinas del pasado año.
Desde la Escuela Básica Nacional Bernardo O’Higgins, ubicada en la parroquia San José de Caracas, la vicepresidenta sectorial para Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, Gabriela Jiménez-Ramírez, celebró el reinicio de clases.
“Hoy nos conectamos con la alegría de la vuelta a clases, desde la Escuela Bernardo O’Higgins, en Caracas. Este es uno de los planteles rehabilitados por las Brigadas Comunitarias-Militares para la Educación. ¡En Venezuela, cada escuela es un territorio de paz!”, expresó Jiménez-Ramírez.
Explicó que el proceso educativo, desde las aulas de clase, siembra saberes liberadores, amor, solidaridad esperanza y compromiso comunitario. “Es el encuentro del conocimiento, para la creación, el estudio y el vivir bien”.
Jiménez-Ramírez señaló que la educación debe ser epicentro para multiplicar los valores éticos de la vida comunitaria. “Cada escuela significa un espacio para sembrar nuestra identidad, para sumar a la vida, para cultivar el pensamiento crítico. Como ha dicho el compañero Pdte. Maduro, para generar una espiritualidad y una conciencia más profundas”.
Resaltó la importancia de descolonizar la educación: “es poner en el centro los principios éticos-comunitarios, la convivencia, la solidaridad, la empatía, el respeto a la soberanía y a la autodeterminación de los pueblos”.
Consideró que, en colectivo, se debe construir la educación del futuro. “Una educación integral que nos permita pensar críticamente y que nos permita producir las soluciones que necesitamos a escala planetaria hoy. Soluciones, en plural, porque tenemos que respetar las distintas cosmovisiones”.
La también ministra de Ciencia y Tecnología apuntó que la educación que se propague en Venezuela “debe estar enfocada en construir conocimientos para la vida, contra una civilización de muerte, con una ciencia y una tecnología destructiva que tiene en riesgo la vida en la Tierra. Esto es: educar para la liberación, el autorreconocimiento, la vida”.
Unión cívico-militar
Durante un recorrido por las instalaciones de la Escuela Bernardo O’Higgins, la vicepresidenta sectorial valoró los trabajos de las Brigadas Comunitarias-Militares para la Educación en la recuperación y rehabilitación de las infraestructuras escolares del país.
“Las Brigadas Comunitarias-Militares para la Educación comenzaron por esta escuela (Bernardo O’Higgins) a recuperar la infraestructura que forma parte de la arquitectura del patrimonio histórico de la ciudad capital”, dijo.
Detalló que la escuela Bernardo O’Higgins cuenta con una matrícula escolar de 360 estudiantes, quienes se benefician de la labor del voluntariado y de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana al rehabilitar estos espacios que tiene una tiempo histórico de 96 años.
“Hoy, 360 niños y niñas, que es la matrícula de esta unidad educativa, se benefician de los procesos de las brigadas comunitarias que el presidente Nicolás Maduro instruyó, con el trabajo del voluntariado de las comunidades, de la Fuerza Armada y del Magisterio, para qué, para que nuestra escuela sea un espacio apropiado para la educación, la solidaridad y el amor que profesan los maestros hacia cada estudiante, que también suman por supuesto nuestra esperanza y a la vida”, enfatizó Jiménez-Ramírez.
La directora de la Escuela Bernardo O’Higgins agradeció al Gobierno Bolivariano por esta misión de recuperación de los planteles educativos del país. “Gracias al Gobierno revolucionario del presidente Nicolás Maduro, nos sentimos amparados, bendecidos grandemente. Todo el personal de esta escuela y yo estamos sin palabras ante tantas bendiciones que hemos recibido, muchísimas gracias en nombre de la familia Bernardo O’Higgins».
Prensa Mincyt.